Acompañados del alcalde Guillermo Reyes, representantes de la agrupación de arrieros de Putaendo encabezados por su presidente Juan Esteban Orostizaga, se reunieron con el gobernador provincial de San Felipe Claudio Rodríguez Cataldo, a fin de reanudar la mesa de trabajo que ellos esperan, permita generar acciones concretas y definitivas en torno al acceso de estos trabajadores a la cordillera.
Lo anterior, a propósito de la serie de restricciones que ha puesto desde hace casi 2 décadas, con mayor ahínco, la ganadera Tongoy, que es la propietaria de sendos paños de terrenos cordilleranos y desde 2001 viene lidiando con arrieros, vecinos y visitantes, que desean acceder a la montaña para disfrutar de sus bondades.
Según explica Orostizaga, la Ganadera Tongoy una y otra vez pone trabas y entrega distintos argumentos para impedir el acceso, a pesar de los acuerdos que en ocasiones han alcanzado y de las indicaciones claras de la ley, acerca de que los privados cuyos terrenos están cercanos, colindan o poseen zonas de playas de esteros o ríos, así como del mar, deben favorecer los caminos para que las personas puedan acercarse, entendiendo que estos son bienes nacionales de uso público.
El alcalde Guillermo Reyes señaló que en la anterior administración liderada por Eduardo León, se abordó este tema y se avanzó para dar cumplimiento a la ley. Explicó que lamentablemente no se pudo finiquitar este proceso y ahora, ellos esperan que junto al gobernador Claudio Rodríguez puedan hacerlo, valorando en este sentido la voluntad y la disposición para desarrollar un trabajo conjunto.
Claudio Rodríguez en tanto destacó este encuentro con los arrieros y señaló que es absolutamente comprensible y atendible la inquietud que tienen, pues se sustenta en el incumplimiento de la normativa. Desde esa perspectiva, se comprometió a plantear y trabajar en conjunto con el intendente regional Jorge Martínez, para lograr una pronta solución.
No hay que olvidar que las restricciones que pone Ganadera Tongoy para acceder a la cordillera tienen larga data. En 2001 se inició este problema, al menos en Putaendo, cuando se instaló un enorme portón a poca distancia del retén de Carabineros Los Patos, generando malestar entre vecinos y autoridades, malestar que se tradujo en una serie de acciones para dar cumplimiento a la ley y que, transcurridos 17 años de ello, todavía los mantiene enfrentados y sin llegar a un acuerdo satisfactorio.