25 años de servicio, padre de dos hijos, destacado por su labor policial y querido entre sus compañeros, que cariñosamente el decían el “Punky”.

En la tarde de este lunes, tras una misa por su eterno descanso, fueron trasladados los restos del Sargento Primero Raúl Alfredo Yáñez Muñoz, quien falleció el sábado tras protagonizar un accidente en plena persecución policial.

El sargento Yáñez conformaba el personal de servicio motorizado que sorprendió de manera flagrante a motochorros robando especies a un transeúnte, en la intersección de las calles Carmen y Curicó, en el casco histórico de la capital.

De inmediato, el funcionario de la Primera Comisaría de Santiago, inició el seguimiento de los sujetos, que a bordo de una moto huyeron contra el sentido del tránsito. Lamentablemente, a los pocos instantes colisionó de manera frontal con otro vehículo, siendo derivado de urgencia a la Posta Central, donde falleció por la gravedad de las lesiones.

Tras la ceremonia religiosa desarrollada en Santiago, el cortejo fúnebre se dirigió a la comuna de Rinconada, donde descansan los restos de los padres del Sargento Yáñez. Así, en el Cementerio Parque Valle de Auco, fue sepultado no sin antes ser despedido muy sentidamente por uno de sus compañeros de la institución policial, quien no escondió su tristeza por la partida de este, el mártir número 1.210 de Carabineros de Chile.

Al sepelio también llegó el director general de Carabineros, Hermes Soto Isla, quien resaltó las virtudes de este funcionario que tuvo una carrera brillante en la institución, siempre apegado a sus códigos, pero al mismo tiempo, demostrando una entrega y compromiso únicos, que también fue inspiración de sus compañeros de servicio.

En el responso realizado en el Cementerio Parque Valle de Auco, también se encontraban el alcalde Pedro Caballería y el gobernador provincial de Los Andes, quienes entregaron el pésame a la familia del Sargento Yáñez y al Director General de Carabineros.