En el marco del día mundial de toma de conciencia sobre e Trastorno del Espectro Autista (TEA), la Fundación Soñarte, a través de la Casa Azul, está efectuando diversas actividades destinadas a sensibilizar y educar a la población en torno a este tema.
La idea es además, continuar desarrollando un trabajo que permita fomentar la inclusión social de las personas que presentan autismo, comprendiendo que este es un tema respecto del cual todavía son muchos mitos los que dificultan este proceso. Isabel Vargas, secretaria de la Fundación Soñarte, explicó que uno de los mitos en torno al que se está trabajando para erradicar, dice relación con la mirada que tiene la gente sobre el autismo, en cuanto que a esta no es una enfermedad, sino más bien corresponde a un trastorno amplio que afecta áreas específicas del ser humano: comunicación, la parte sensorial, así como los intereses restrictivos y de sociabilización. Se trata en definitiva de una condición de la persona, con la que vive, pero respecto de la cual puede recibir apoyo profesional que permita mejorar su inserción.
De ahí entonces que Isabel Vargas recalcó en la importancia de educar a la población en torno al tema, entendiendo por ejemplo que un niño autista no es malcriado, o maleducado, sino más bien, es un niño que presenta un trastorno, que puede recibir un tratamiento y que merece ser integrado a la sociedad.
La Casa Azul atiende actualmente a 60 niños que presentan TEA, pertenecientes y cuentan con el respaldo de los municipios de la provincia de San Felipe, que contribuyen en el financiamiento de profesionales que se desempeñan en este centro.

Isabel Vargas, explica que los niños autistas reciben en este centro el apoyo de terapeutas ocupacionales, kinesiólogos, psicólogos y fonoaudiólogos, quienes les brindan atención regular, lo que favorece el proceso que se requiere y que por cierto, no lo contempla el sistema regular de salud, pues a lo más ofrece terapias cada tres meses y en la Casa Azul los niños reciben atención semanal.
La secretaria de la Fundación insistió en lo importante de avanzar en temas de inclusión, de respeto y de sensibilización. Explicó que la Casa Azul funciona a partir de los aportes regulares de municipios y de ayudas puntuales que realizan particulares, pero lamentablemente esos recursos no permiten solventar todos los gastos que implica mantener el centro.
Los interesados en aportar, pueden hacerlo con ayudas regulares o incluso apadrinando a alguno de los niños que ahí son atendidos. Actualmente, los padres aportan la suma de 25 mil pesos mensuales por la terapia para sus hijos, pero hay quienes no cuentan con esos recursos. Usted puede entonces apadrinar a uno de esos niños. La Casa Azul está ubicada en Chacabuco 189 en la comuna de San Felipe y en redes sociales, se puede encontrar como Fundación Soñarte.