Debieron pasar varias temporadas cargadas de sinsabores, para que Unión San Felipe pudiera afrontar un duelo en el que tuviera la opción real de confirmar su rol de actor protagónico. Quizás por eso la sensación ambiental en el coloso de Avenida Maipú estaba cargada de ilusión y muchas cuotas de optimismo.
Para llegar a estas alturas, aparte del trabajo mismo, la escuadra sanfelipeña se había centrado en lo propio y en el rival de turno, sin mirar para el lado, por eso es que frente a los de la cuarta región había que seguir por ese mismo derrotero.
Con anticipación había completa claridad que el juego contra los granates iba a ser muy trabado, y los albirrojos deberían tomarse su tiempo para esperar que la construcción les permitiera tener sus oportunidades para no desaprovechar la ocasión que les presentaba en casa.
La primera mitad se caracterizó por ser muy intensa, pero con escasas llegadas a los arcos; en San Felipe solo se cuenta una, y esa la dispuso Jimmy Cisterna, quien no pudo direccionar con la cabeza un balón enviado por Adolfo Lima desde el sector derecho.
A medida que avanzaba el reloj iba haciéndose más evidente que La Serena se centraría en cortar los circuitos locales, para que de esa forma quedaran aislados los hombres claves en faenas ofensivas como lo son: Lima, Cisterna y Franco Caballero, quienes sin hacerse mayores problemas se sumaron a los volantes centrales (Pio, Collao) en la dura batalla del mediocampo.
En el complemento los aconcagüinos decididamente fueron más protagonistas y desde el instante mismo en que el juez Juan Lara hizo sonar su silbato para reiniciar las acciones se apreció un ataque en el cual primaba vértigo y mucha velocidad.
Desde el banco técnico se detectó que había que darle una mayor elaboración al juego, así le llegó el turno a Brayan Valdivia, quien entró ‘clarito’ y de inmediato le otorgó precisión al andamiaje creativo sanfelipeño, donde compartía roles con Emmanuel Pio.
Con ‘el valdi’ en cancha el Uní Uní se veía más claro, mientras que los nortinos infructuosamente intentaban seguir en su línea, pero les costaba mucho hacerlo debido a que sufría por las bandas como por el centro del campo.
Fue en el 63’ cuando vino el grito de desahogo de los de Lovrincevich y el encargado de provocarlo fue Franco Caballero. El goleador se despachó un golpe de cabeza preciso e igualmente precioso para anotar el exclusivo tanto del partido.
El tanto del ariete trajo como consecuencia inmediata que los forasteros cambiaran su libreto; Opazo por Segovia o Cristóbal Marín en lugar de Duran daban muestra que intentarían revertir la historia, pero Unión San Felipe no sufrió más de la cuenta por que gracias a su gran murallón defensivo supo resistir bien y de frente cada embate del visitante.
En la recta final del pleito Levipán reemplazó a Cisterna para que la frescura de este se impusiera en el corte y así auxiliara a Pio y Collao; después Gotti entró por un extenuado Lima, movida que dio resultados al provocar que los papayeros no estuvieran tan adelante porque sabían que si otorgaban espacios podrían sufrir otra estocada, de la cual no podrían pararse.
A poco del final Aníbal Carvallo exigió una lúcida intervención de Andrés Fernández quien con una gran y segura estirada hacia atrás mostró todas sus cualidades de arquero.
Tras la gran intervención del joven golero, La Serena pareció entender que nada ni nadie podría interponerse en la nueva victoria de los sanfelipeños; una vez más este grupo de guerreros demostró que sí se puede soñar en grande.
Unión San Felipe (1): Andrés Fernández; Jesús Pino, David Fernández, Brayams Viveros, Gonzalo Villegas; Cristian Collao, Emmanuel Pio, Brian Cortés (Brayan Valdivia), Jimmy Cisterna (Francisco Levipán), Adolfo Lima (Gustavo Gotti); Franco Caballero. DT: Christian Lovrincevich
Deportes La Serena (0): Zacarías Lopez; Sergio Ojeda, Rodrigo Brito, Enzo Ruiz; Franco Segovia (Opazo), Alan Muñoz, Vicente Duran (Marín), Fabian Carmona (Salazar); Aníbal Carvallo, Lucas Cano, Marco Pool. DT: Luis Marcoleta
Gol:
1-0, 63’ Franco Caballero (USF)
